A veces uno entiende el amor como una
expansión del yo, pero es muy interesante seguir la línea de una autora que se
llama Simone Weil, que básicamente dice que en el amor siempre se pierde, nunca
se gana. Por eso el amor no tiene nada que ver con la felicidad, el amor duele.
Hay una lectura del amor y la felicidad muy ligada a nuestra sociedad de
consumo, hay toda una redención del optimismo que es nefasta. Tenés que amar,
tenés que estar feliz. Hay una invocación permanente a la buena onda: Olvidáte,
poné huevos y sonreíle a la vida. Es una forma facilista de no hacerse cargo de
lo conflictiva que es la existencia. El ser humano nace para morir, y ahí
estamos en un conflicto desde el vamos.
Darío Sztajnszrajber
- Fragmento del reportaje publicado aquí
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