domingo, 1 de marzo de 2009

Quemar las naves

Quemar las naves (Francisco Franco, 2007)

No es tanto que le tengamos miedo al cambio o estemos tan enamorados de las viejas costumbres. Es más bien al espacio intermedio al que le tememos... Es como el salto entre trapecios. Es Linus cuando su manta está en la secadora. No hay nada a que aferrarse.

Marilyn Ferguson

Cuando la única realidad que se conoce es la imagen desvirtuada del mundo a través de los ojos de una familia enferma las elecciones de vida se hacen difíciles de sostener. Cuando la realidad te choca de frente no queda otra que poner el pecho o destruirse. Hay que construir todo otra vez, empezar de cero.

Irene Azuela (Helena) y Angel Onésimo Nevares (Sebastián)

Y cuando una película te cuenta todo eso sin brocha gorda, con una sutileza inusual en el cine latinoamericano, es una maravilla. Una madre enferma y dos hermanos perdidos encerrados en una gran casona en Zacatecas, México. Un cambio repentino en sus rutinas los enfrenta a sí mismos y a la posibilidad de renacer de las cenizas rodeados del desierto físico del lugar y de la incapacidad de los adultos para poder ayudarlos en el tránsito.

Angel Onésimo Nevares (Sebastián) y Bernardo Benítez (Juan)

Aún con algunas frases demasiado grandilocuentes, el valor de la película está más en lo no expresado, en el poder de ciertas miradas y silencios, y en la tranquilidad y justeza de un relato que no le teme a la narración sin estridencias. Una sorpresa agradable.

2 comentarios:

Ana Cristina dijo...

Hola.

Sí, "empezar desde cero" (Aunque nos aterre).

Me ecantó :)

Marxe dijo...

Como el ave Fénix...piu avanti.
La peli se puede ver por YouTube.