Somos los piratas
Mucho se habla en los diarios internacionales acerca de los piratas de Somalia, de sus secuestros de barcos y de los rescates. En 2008, las Naciones Unidas dictaron una resolución llamando a todas las naves de la zona a aplicar fuerza militar contra ellos.
Sin embargo, este movimiento no empezó porque hayan leído una novela de Salgari de más. Somalia es un país pobre, sin guardacostas, y entonces otros países empezaron a aprovecharse de ello. Algunos se dedicaban a pescar en forma irrestricta y otros tiraban sus desechos tóxicos en aguas somalíes, devastando la fauna marina.
Una vez que sacaron sus barcos al mar y recuperaron el control, estos piratas (varios de ellos ex pescadores) le tomaron el gustito y empezaron a secuestrar barcos comerciales para pedir rescate.
Algunos somalíes terminaron presos en Holanda y encantadísimos. La Unión Europea teme que la piratería recrudezca como una manera de conseguir la ciudadanía. Al fin y al cabo, una prisión europea no es nada comparado a lo que es vivir en Somalía.
Los piratas, de todas formas, consiguieron su objetivo. Tal es el miedo que han generado en las aguas más allá del Golfo de Adén, que ningún barco extranjero se anima y los peces volvieron.
La cadena Channel 4 de Inglaterra reporta que los pescadores de Kenia, un país vecino a Somalía, ahora consiguen pescar muchísimo más que antes, lo cual aumentó sus ganancias cuarenta veces o más. ¡Gracias a los piratas!
fuente: Suplemento Radar, diario Página12
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